miércoles, 6 de febrero de 2013

Reflexion, tu puedes

Donde con toda seguridad encontrarás una mano que te ayude, será en el extremo de tu propio brazo.

Y lo mantengo por el hecho de que al hacer el trabajo que hago, algunas de las personas a las que doy formación, piensan que yo puedo solucionarles las cosas.
Veámoslo así;  un corredor de larga distancia, puede pedirle ayuda a su entrenador para saber cómo correr, cómo ahorrar energía durante la carrera, le enseñará a entrenarse y a prepararse física y mentalmente, para poder acometer el reto de esa gran carrera.
Pero solo eso, hasta ahí, él le guiará, pero el que tiene que correr es el atleta, el que tiene que sufrir es el atleta. ¿Y cómo lo conseguirá?, pensando desde el primer momento que puede hacerlo, le tiene que dar lo mismo quienes corran a su lado, todos los que hagan la misma carrera, querrán lo mismo que el, ¿ganar!.
Para mí, al menos para mí, ganar es secundario, siempre y cuando uno haya hecho absolutamente todo lo que está en su mano para ganar.
Hace ya muchos años, desoyendo los consejos de mi padre, deje de estudiar para ponerme a trabajar, con el tiempo he empezado a retomar esos estudios, pero, desde ese momento con 15 años, hasta ahora con 46, he hecho cosas, he adquirido competencias, que seguramente los libros no me hubieran dado, o al menos no en la forma que las adquirí.
Quise aprender a tratar con el público, trabaje como camarero. Empecé desde lo más bajo, lavado platos y recogiendo lo de los demás, llegué a ser ayudante de Maître. Trate con gente de mil perfiles diferentes, trate con gente más o menos excepcional, con más o menos dinero, y ¿Por qué no llegue a ser Maître?, poca cosa, los dichosos estudios, el hecho de no saber idiomas, me dejo ahí, pero no lo abandone, mi pensamiento es terminar lo que empecé. Esa manera de tratar con la gente, me ayudo  en algo que no mucha gente puede tener la habilidad de adquirir, si no es a base de estudios. Me empecé a  interesar por la psicología. Pero no del modo que psicólogo estudia a sus pacientes. Me explico! No se si será una virtud, un sexto sentido a llamémoslo como queramos, cuando conozco a alguien, esa persona desconocida para mí, me puede dar buenas o malas vibraciones, lo cierto es que pocas veces me equivoco, pero si no me gusta, por mucho que a mis compañeros de profesión, pareja, o quienes estén a mi lado les guste esa persona, si no me gusta, por mucho que yo no diga nada, lo tengo vigilante, se que en algún momento me clavara la daga por la espalda.
Con el tiempo, y después de recorrer algunos empleos que no me llenaba la razón de ser, pero me ayudaban a mantenerme me introduje en el mundo de la construcción metálica. Dios que mundo tan maravilloso, sonde de unos simples hierros, podías hacer algo que perduraría por siempre, y que cada vez que pasaras por allí, te dirías, eso lo hice yo, o al menos estaba ahí cuando lo montamos, cuando empezamos de cero para terminar esa obra.
No me conforme con ser un simple soldador, tenía que ser de los mejores, y eso me propuse hacer. Tuve la mejor ayuda que podía tener, la de mi hermano menor. Era un gran soldador, y un gran trabajador metálico. Tiene una cabeza que para mí la quisiera yo y mucha gente. Pero a pesar de creerme inferior a él, no desistí y continúe haciendo lo que más empezaba a gustar.
Creo que no pasaron más de dos años antes de ser uno de los mejores soldadores, Mal esta que lo diga yo. De todas formas con el tiempo también aprendí, que por muy bueno que seas, por detrás puede venir uno que te podría enseñar algunas cosas. Por lo que decidí seguir aprendiendo sobre ese trabajo que a mí siempre me maravilló.
Hoy en día me dedico a la formación y a la ayuda de personas que bien por su necesidad de adquirir nuevos conocimientos, por el hecho de querer aprender una profesión,  o simplemente porque si, acuden a mí para que les ayude.
Después de dos años, me he dado cuenta que no solo enseñándoles mi profesión puedo ayudarles, si no que  algunos de los participantes de los cursos que he impartido, se ha visto que no llegaba, he sabido sacar lo mejor de ellos, y que llegaran a ese punto donde, ellos se veían incapaces de llegar.
POR LO CUAL Y ESTO QUERIA LLEGAR, CUANDO DIGAS ALGO, PROCURA QUE TE ESCUCHEN:
La razón más importante por la gente no escucha, radica en que no ha terminado de hablar, no interrumpas cuando alguien está exponiendo una idea, o haciendo algún comentario, espera a que esta persona termine de hablar, si no lo hace, no te escuchara a ti, pues se quedara pensando en aquello que estaba comentando y no te escuchara. Antes de empezar a hablar, asegúrate de esta persona a terminado. Dale un poco de tiempo, cuando haga algún descanso en su discurso. Si no sabes como hacerlo, la mejor forma es hacerle una pregunta, ¿y entonces?, por norma, cuando hacen una parada, si le das tiempo a seguir pensando, tendrá algo mas que decir, por lo cual después de tu pregunta, la cual hará que deje sus pensamientos a un lado, podrás hablar tu. Expón las ideas claramente, no des muchas vueltas al asunto que expongas, se claro y conciso, no levantes la voz, no gesticules demasiado, y sobre todo procura dejar algo para que te pregunten, mantén tu idea sin explicarla, para que ellos te pregunte por esa idea, si lo logras, mantendrás su atención.

Seguiremos contando ideas, las preguntas que me lleguen al mail, tardare en contestarlas, pues algunos de los mails, tratan de lo mismo. Agradecido por vuestros comentarios. Si podéis en vez de enviármelos al blog, en vez de al correo estaré agradecido doblemente.
Saludos a todos

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